--uno de los principales dramaturgos del siglo XVII (y uno de los más prolíficos)
--Ségun Urzáiz, “Aunque apenas se ha conservado un centenar, diversos testimonios de la época le atribuyen la paternidad de unas cuatrocientas piezas teatrales”(198)
--de una familia modesta y con algún antepasado judío
--estudió en la Universidad de Osuna (provincia de Sevilla)
--sirvió al arzobispo de Sevilla (Rodrigo de Castro)
--después combatió en Italia y Argel (a las órdenes del conde de Fuentes y Andrea Doria)
--“De vuelta a España continuó su carrera en la Corte, primero en Valladolid (donde comenzó a trabar sus primeras amistades literarias) y a partir de 1607 en Madrid (donde sirvió a distintos nobles, como el conde de Saldaña o el marqués de Peñafiel) para entrar en 1625 al servicio del propio Felipe IV con el cargo de ujier real”
--durante estos años tiene “numerosos y efímeros matrimonios, rencillas cortesanas y sobresaltos económicos”(698)
--“Con su estabilidad personal le llegó también el éxito rotundo en la escena teatral, donde quizá sólo Lope de Vega le superó en la estima del público. El propio rey le introdujo en su entorno como asesor literario […]”(698)
--agudo sentido de humor
--una cierta falta de originalidad (“[…]escribió mucho teatro, pero gran parte de sus obras son variaciones sobre un tema o un argumento ya desarrollado en obras propias o de otros autores, práctica habitual en casi todos los comediógrafos).”(698)
--Por lo tanto, “[…] su producción dramática resulta bastante irregular, aunque sin duda son muchas las grandes comedias salidas de su pluma, obras llenas de intensidad lírica o de fuerza trágica. También en el teatro breve nos dejó el astigitano muestras de su ingenio y buen humor en las pocas piezas suyas que nos han llegado” (698-699)